En todos los colegios de Chile, durante esta semana, se conmemoró el Día de los Pueblos Originarios, debido a la importancia que tiene para estas culturas el cambio de ciclo que se produce en la naturaleza durante el solsticio de invierno, que acontece entre el 20 y 24 de junio. Desde tiempos inmemoriales, los pueblos originarios han identificado los equinoccios y solsticios, trazando calendarios anuales que les permitieron llevar una convivencia armónica con la Naturaleza y, de esta forma, desarrollando ceremonias espirituales de agradecimiento. El pueblo mapuche llama a esta celebración “We Tripantu”, que significa “salida nueva del sol y la luna”. Es el momento en que se produce la fusión entre la materia (tierra) y la energía (cosmos), trayendo consigo la regeneración de la vida y el tiempo, y con ello, la renovación del ser humano. De allí la relevancia para las culturas ancestrales este momento.
En nuestro Colegio, el viernes 24 conmemoramos el Día de los Pueblos Originarios. Los cursos, junto con observar un video explicativo y escuchar una breve reseña, reflexionaron entorno al valor que tienen nuestros pueblos indígenas y su aporte a la sociedad, a través de las siguientes preguntas:
¿Esta fecha, la relevamos en la sociedad chilena? ¿Qué ganamos o qué perdemos al incorporar las conmemoraciones de los pueblos indígenas?
¿Qué importancia le dan los pueblos originarios a la contemplación de la naturaleza y a la vida en comunidad? ¿Hacemos lo mismo en la sociedad chilena?¿Por qué?