«La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, pues desde siempre se hacía oración en honor a Éste. Sabemos entonces que de ese Corazón sacrificado nace la Iglesia y por ese Corazón se se nos da la oportunidad de la vida eterna. Esta devoción está por encima de otras devociones porque adoramos al mismo Corazón de Dios. Pero fue Jesús mismo quien, en el siglo diecisiete, en Paray-le-Monial, Francia, solicitó, a través de una humilde religiosa, que se estableciera definitiva y específicamente la devoción a su Sacratísimo Corazón.
En una aparición se manifestó a esta santa, quien interpretó este milagro como la solicitud de una festividad especial en su honor.
Desde ahí celebramos al mismísimo Jesucristo en esta fecha y nuestro colegio lo celebra con especial cariño, por ser Él a quien se dirigen especialmente nuestras oraciones.»